UN DULCE FRUTO DEL AMOR

Las dulceras de la Unión del Trabajo Popular de la ciudad de Deán Funes, cuentan sobre el trabajo que vienen realizando desde esta área de producción.

En algunos pueblos es común ver en las veredas, baldíos y patios, cómo hay frutas que se pierden bajo los árboles. Ver que madura la fruta, sin que nadie la corte, Ver que caiga al suelo, sin que nadie la recoja, Todo un desperdicio, tanto sabor y alimento desaprovechado. Pero en Deán Funes, no. En Deán Funes, al norte cordobés, se le saca el jugo a la fruta. Así surge la recolección comunitaria y barrial de frutos de la región. Si tenés un árbol frutal en tu patio, los amigos y amigas de la Unión de Trabajo Popular, los juntan y los transforman en dulces de todos los colores. Y por supuesto, algunos frascos quedan en casa. A la familia que convida las plantas, les vuelve las gracias con unos ricos dulces y mermeladas.

Hoy dentro del grupo de las trabajadoras dulceras, 8 compañeras trabajan cooperativamente, una experiencia productiva sostenidas por mujeres y diversidades del Movimiento Campesino de Córdoba.

En la organización se trabaja en red y de manera solidaria. Todo un caminito que surge de los patios de las doñas, y camina a las manos de las productoras. Un hervor, tantos gramos de azúcar, y una cuchara grande para enfrascar. Una vez envasado, se avanza hacia la comercialización… De menor a mayor. Hoy cada vez que compres o regales un dulce, te vas acordar… Todos estos ingredientes extras, hacen a esta receta, única y especial, Un dulce fruto del amor.